Diario de un adolescente es un proyecto puesto en marcha en octubre por Adrián Cardozo y José María Jiménez (Psicólogos, Psicoterapeutas y Facilitadores de Constelaciones Familiares). El jueves 17 de diciembre tendrá lugar la 3ª sesión centrada en el tema: “Me comunico bien”. Será de 17 a 20.30 hs en el Centro logrupal
Diario de un adolescente del jueves 17 de diciembre se centrará en el tema de la comunicación. Será de 17 a 20.30 hs en el Centro logrupal. Aportación económica: 40 €
El grupo continúa abierto este mes, por lo que es factible que se hagan nuevas incorporaciones. Sus coordinadores comparten la experiencia vivida en el 2º taller, invitando a las familias con adolescentes en ese intervalo de edad a ponerse en contacto con logrupal@gmail.com o telefónicamente con Adrián Cardozo (606747102) o José María Jiménez (625123655):
Los facilitadores del grupo de Diario de un adolescente comparten sus impresiones y reseña de la 2ª sesión del Diario de un adolescente del mes de noviembre:
“Siente tu fuerza, tu ritmo, tu equilibrio”
El lenguaje adolescente se basa en dos movimientos: uno expansivo, que ponen en práctica en su esfera social, en sus relaciones. Su objetivo principal es abrir y ampliar su mundo. Para ello, se expresan y comunican sin parar, con la energía que caracteriza a estas edades y más ahora con las nuevas tecnologías y aplicaciones disponibles. Aquí piensan que solo ganan.
El otro, de retracción, aquí piensan que solo pierden, supone una retirada, un silencio o una comunicación pasiva en sus relaciones vinculantes en la familia, con los papás y las mamás, hermanos y en su relación con los aprendizajes. El objetivo es silenciar obligaciones , simplemente renunciar a contestar otra vez una pregunta que llega a parecerles lo más importante en el mundo de los adultos para los adultos: ¿Qué tal los estudios? ¿Y los exámenes? Su respuesta… Bien, nada, bueno…
En la adolescencia la palabra nada es un comodín para decirlo todo sin decir nada, sin exponerse al exterior y quedar desprotegido, ni mostrar sus emociones. Piensan que, al igual que su cuerpo está en cambio constante y ya han perdido su cuerpo y su voz de niños, pueden igual perder sus emociones e ideas. Es un sentimiento disociativo entorno a sus pensamientos, emociones y acciones, por eso es importante que conozcan cómo exponerse con protección y seguridad, que no es de otra forma que expresando con libertad cuando ganan algo y cuando pierden algo, porque en los dos casos siempre se aprende.
Ante la falta de entrenamiento por parte del adolescente están los padres y los facilitadores para acompañarles las primeras veces.
Así, poco a poco y con delicadeza comenzó el pasado día 12 de noviembre la segunda sesión del diario, con la necesidad de expresar, ver y compartir los efectos de la primera sesión, a través de poner presencia en todos los cambios sutiles diarios y semanales que a veces nos pasan inadvertidos. Fueron llegando las comprensiones sin esfuerzo por parte de los y las participantes debido al trabajo previo de la primera sesión, ante la pregunta ¿Qué efectos habéis sentido en vuestra rutina semanal? Ellos contestaron en su mayoría “nada” y “solo exámenes” en un claro movimiento de retracción. Mas tarde, ellos mismos tradujeron sus propias palabras en “estamos gestionando lo nuevo”.
Gestionar lo nuevo desde una mirada nueva significa para todos ellos incluir los momentos del ganar y también del perder para aprender.
A través del movimiento consciente, experimentamos los cambios de fuerza, ritmo y equilibrio que se pueden presentar sin previo aviso y que hay que gestionar de la mejor manera posible, sin pensar…¡que desaparezcan ya! O… ¡esto no es para mi!… Realizando un ejercicio en máxima concentración y atención plena, lo cual llevó a un estado de relajación profunda por parte de todos los participantes.
Tener presencia en el cuerpo es la primera toma de contacto con nuevas sensaciones y a partir del ejercicio práctico de movimiento consciente todas las personas lo consiguieron, describiendo a continuación sensaciones de relajación, fuerza, equilibrio, ritmo, atención plena y bienestar.
Más tarde y tras el descanso tocaba una sesión de psicodrama, donde todos tenían un papel relevante en el desarrollo de la historia. Primero los representantes atendieron a las siguientes instrucciones: estamos en una competición muy importante en la que finalmente una parte de los representantes ganará ese título tan ansiado y otro equipo perderá. En este primer movimiento los que ganaban desataban la alegría de una forma eufórica, mientras los perdedores se quejaban y se reprochaban entre ellos.
En el segundo movimiento el que había ganado, perdía y los que habían perdido ganaban, cumpliendo así “una revancha cuatro años más tarde al tratarse de una olimpiada”. Los participantes eran entrevistados y surgieron las conclusiones.
Incluir en la vida los sentimientos poco agradables que nos hacen salir de nuestra área de confort es fundamental para crecer con fuerza (la que nos da el ganar y el perder), ritmo (no controlamos lo que puede llegar a pasarnos) y equilibrio (cuando se gana se aprende y cuando se pierde también, que el número de victorias o éxitos es igual al número de fracasos o derrotas). Que lo importante no es llegar a un éxito y alimentarse de él toda la vida, que es bueno guardarlo en nuestro corazón y seguir avanzando por nuestro viaje al igual que, cuando perdemos algo, el viaje continúa.
Así llegamos a las conclusiones finales en la última ronda.
“Hay que cuidar los logros y mantenerlos”.
“Que nadie te puede quitar un sueño”.
“Con constancia y esfuerzo las cosas salen”.
“Hay que seguir trabajando para mejorar”
Así finalizó la segunda entrega del diario de un adolescente que retomaremos en Diciembre.
Agradecemos a las familias que están participando de esta experiencia su implicación y confianza en el proceso y en los facilitadores, lo cual tiene su efecto en la calidad del curso – taller, gracias.
