Diario de un adolescente es un proyecto puesto en marcha en octubre por Adrián Cardozo y José María Jiménez (Psicólogos, Psicoterapeutas y Facilitadores de Constelaciones Familiares), que durará hasta junio inclusive. El jueves 25 de febrero tendrá lugar la 5ª sesión centrada en el tema: “La exigencia, la pausa y la solución”. Será de 17 a 20.30 hs en el Centro logrupal
Diario de un adolescente del jueves 25 de febrero se centrará en el tema de la exigencia La consigna: “La exigencia, la pausa y la solución”. Será de 17 a 20.30 hs en el Centro logrupal. Aportación económica: 40 €
Estos serán los objetivos a trabajar en diario de un adolescente:
- Reconocer y aprender herramientas para “bajarse” de la exigencia, desde lo cognitivo hacia lo pragmático (la acción), trazando un puente con las emociones. Dando un lugar a las interferencias problemáticas propias y relacionales con los padres, hermanos/as, amigos/as y profesores/as
- Encontrar el centro en el tránsito de los pensamientos, emociones y acciones perturbadoras y tranquilizadoras, entre el exterior y el interior de cada persona, incluyendo los recursos de experiencias adquiridas tanto personales como familiares
- Reconocer experiencias de sus iguales en el grupo y ofrecer a cada uno una posible solución o camino de solución para disminuir el nivel de exigencia y sus efectos negativos
- Dar un lugar a los posibles emergentes grupales o enunciados destacados que aparezcan de los/as participantes en el transcurso del taller
Sus facilitadores comparten una reseña de la 4ª sesión, en la que han trabajado la concentración:
“Encontrar sin buscar la concentración en la quietud, en el no hacer nada, en el no pensar nada, en el dejarse guiar, fue la reveladora forma de tener presencia y avanzar hacia la atención plena, el paso previo y preparativo hacia la acción. Desde ese lugar de relajación y presencia nos dirigimos a la atención y, desde ella, pasamos directamente sin filtros, cada uno a nuestro centro, a donde fueron llegando las comprensiones sobre el estado de nuestra relación con la responsabilidad de manejar nuestra carga propia, particular e intransferible y el poder que tiene la persona de transformar una carga en una herramienta de crecimiento.
Dándole un lugar apropiado a la propia carga, la persona puede desarrollar su talento. El cerebro se ordena y organiza realmente cuando aplicamos a la vida el arte y la ciencia de “no hacer nada”. Reflexionamos sobre lo establecido y la curiosidad natural de la persona para aprender y concentrarse en una actividad que nos motive y que no tenga el envoltorio de obligación y exigencia. Con los pasos previos satisfechos y vivenciados fuimos a la acción.
Experimentamos la sensación y necesidad de comunicar lo que necesitamos para finalizar un proceso que tenemos estancado, en espera, inconcluso u olvidado, que no desaparecido. Cuando nos acompañan nuestras necesidades, un buen entrenador, tener fe en nuestro objetivo y el apoyo de la gente que nos quiere… y lo pedimos, ocupan su lugar detrás de nosotros, nos fortalecen y con esa seguridad podemos abrazar y finalizar el proceso.
Por tanto, vimos cómo la buena solución aparece a través del proceso de concentrarse, centrarse y accionar. Ahora avanzamos juntos hacia la quinta sesión agradeciendo la implicación de los adolescentes participantes y sus familias”.
El grupo de Diario de un adolescente ya está cerrado hasta su culminación en el mes de junio. A lo largo de estos meses, además de los encuentros grupales, los coordinadores mantendrán tutorías con las familias interesadas en conocer más en profundidad la evolución de sus hijos/as.