logrupal junto a la comunidad

Poniendo en valor los grupos como espacio de encuentro, sostén, comunicación y aprendizaje y su importantísima labor como agentes de cambio, prevención y promoción de salud mental

Compartimos estos encuentros de acompañamiento grupal online que comenzaremos en este mes de junio. Surgen de una decisión de nuestro equipo de ofrecer a la comunidad virtual espacios grupales solidarios en los que expresar nuestras vivencias respecto de esta situación tan atípica que estamos viviendo en relación con la pandemia, su influencia en nuestras vidas y la incertidumbre acerca del futuro. Asimismo, confiamos en que ese espacio grupal de acompañamiento nos sea útil para conectar con los recursos propios y sistémicos necesarios para seguir caminando en la vida en esta nueva “normalidad”. Desde una posición de adaptación activa a la realidad, reconociendo lo que está en nuestras manos aportar y modificar en el marco de las circunstancias actuales. Llevando a cabo un trabajo de prevención y promoción de salud mental.

La pandemia del covid 19 nos ha sorprendido a todas y todos, irrumpiendo en nuestras vidas con una nueva situación global, planetaria, de emergencia sanitaria que las generaciones actuales estamos transitando de este modo por primera vez.

Una primera vez en la que vivimos que algo microscópico, como es un virus, nos confrontara con el cuestionamiento de lo que hasta este momento podía considerarse una vida “normal”. Sabemos que normal no es ni “lo mejor” ni “lo esperable” sino aquello que se ha normalizado a fuerza de quitar el foco de lo esencial: los seres que poblamos la tierra, nuestras necesidades (incluidos nuestros cuidados), la salud, el encuentro, la solidaridad…y llevarlo hacia lo superfluo convertido en imprescindible: tener más, consumir, vivir de manera acelerada, generar y mantener situaciones de injusta desigualdad…y todo lo que conocemos muy bien. No es el primer aviso que hemos recibido de dónde nos conduce el sistema en que vivimos ni será el último seguramente.

Más allá de dónde y cómo todo esto se haya originado, de repente nos han invadido emociones como el miedo, la inquietud, la desazón, la preocupación, la frustración, el dolor y con ellas la irritabilidad, el enojo, la ira…Aparecen síntomas como los trastornos del sueño, la ansiedad, falta o exceso de ganas de comer, consumo de alcohol u otras sustancias que propicien nuestra evasión, fobias y otros. Esta situación evoca otros traumas colectivos que forman parte de la humanidad y hace retornar antiguos fantasmas. También nos pone en modo supervivencia, “no podemos permitirnos dejarnos caer en las emociones que nos paralizan, hay que seguir…”

En medio de todo esto, el confinamiento nos colocó en una encrucijada en la que cuidarnos y cuidar a las demás personas se reñía con nuestra libertad de movimiento. Además, en algunos casos, con la dificultad de vivirlo en soledad y en otros con el desafío de convivir con otros miembros de nuestra familia sin opciones de mantener actividades y espacios propios por los que poder salir y “airear” las relaciones. Como toda crisis, nos ha confrontado con factores de riesgo de aislarnos con lo que nos pasaba y enfermar y a la vez con oportunidades de escucharnos desde la conciencia de nosotras/os mismas/os, reconocer nuestras vulnerabilidades y nuestras fortalezas, pedir ayuda si así lo necesitábamos y aprovechar todo lo que estábamos viviendo para aprender y crecer. También de mirar y escuchar a las/os otros/as, saber de sus necesidades e interactuar aún a la distancia.

Ir volviendo a la calle, a las actividades, a la gente que nos rodea, tampoco es sencillo, tal como estamos viendo en donde ya ha comenzado la desescalada. Surgen el “síndrome de la cabaña”,  a partir de la seguridad que ha generado estar dentro de casa, el miedo a ser contagiadas o contagiar a las personas más cercanas que forman parte de los grupos de riesgo…Requiere tomar conciencia de que no existe el riesgo cero (y nunca ha existido). Que somos humanos, vulnerables y mortales y no sabemos cuándo, dónde o cómo esto se pondrá de manifiesto.

Durante este tiempo, hemos ofrecido espacios telemáticos solidarios de escucha y acompañamiento individual, a parejas y familias, la continuidad de las consultas online y la difusión de “claves útiles” para minimizar los riesgos y potenciar los factores protectores a través de nuestro muro de Facebook, en lo que hemos llamado “acompañamiento en cuarentena”.

Queremos dar un paso más allá en esta propuesta grupal online que nos permite llegar a todas las personas de habla hispana interesadas en participar, cualquiera sea su lugar de residencia. La heterogeneidad del grupo aporta riqueza a cualquier tema que se plantee para mirar conjuntamente, ayuda a ampliar nuestra mirada y a pensar propuestas y soluciones colectivas. Somos seres sociales que no podemos vivir sin otros individuos de nuestra misma especie y de nuestra capacidad de generar alternativas beneficiosas para todos/as depende la posibilidad de afrontar satisfactoriamente la “nueva realidad”.

Como dice nuestra amiga hermana y maestra Elena de la Aldea, “desde la ternura, la austeridad y la solidaridad”.

Puedes contactar con nosotras y tener más información, a través de: logrupal@gmail.com o telefónicamente: Silvia (679576722), Adrián (606747102) y Carmen (699212621)